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martes, 1 de septiembre de 2009

PLUMAS DE CHOTACABRAS PARDO



Plumas de chotacabras pardo recogidas por nuestro compañero Ramón Lacruz en el Monte del Pilar de Majadahonda. Como complemento una explicación técnica sobre las mismas de nuestra "biblioteca andante" el compañero Carlos Sanchez:
¿Os habéis preguntado porqué no podrían ser de chotacabras gris Caprimulgus europaeus?. La verdad es que se parecen bastante y ambas pueden presentarse por aquí. Las áreas parduscas de las plumas se definen para el cuellirrojo o pardo como de tonos más cálidos (pardo rojizos) y para el gris más pardo grisáceo, en promedio. La clave del enigma está en la pluma nº 2, primaria del ala izquierda, concretamente, según la nomenclatura de estudios de muda es la p9. La pluma nº 1 de la foto es la p10 del mismo ala; ambas son las plumas más externas del ala izquierda, con sus características escotaduras (o emarginaciones) en sus respectivas hemibanderas externas. No es un chotacabras gris o europeo porque el macho adulto de esta especie tendría en ambas plumas motas distales claramente blancas contrastando con la parte oscura del vano (o limbo, aspa o bandera). Si nos fijamos en la primaria nº 2 (p9), en la denominada hemibandera interna, observaremos que tiene una mota ocre redondeada, o más correctamente con forma de media luna que contrasta con el resto negruzco de la pluma. Los colores en la foto son correctos, no están desvirtuados ya que se aprecia muy bien el contraste con el folio blanco sobre el que se hallan las plumas. Las hembras y jóvenes de chotacabras gris, o bien no tienen esas motas pálidas, ocres (nunca blancas) en las primarias más externas, o cuando las tienen éstas están punteadas con pequeñas motas oscuras sobre la mota ocre principal. En la primaria nº 2 se ve que la mota grande del centro de dicha pluma es claramente ocre uniforme, sin ese punteadito grisáceo que nos llevaría a considerar al chotacabras gris. El ave, por otro lado, es una hembra juvenil de chotacabras pardo o cuellirrojo Caprimulgus ruficollis. Las hembras y machos adultos y los machos juveniles tienen la mota redondeada del centro de la pluma claramente blanca contrastando con el resto oscuro de tales plumas, y sólo la hembra joven la tiene ocre, como en la foto. Raul Alonso y María José Caballero (2003), ambos de Brinzal, nos dicen que los jóvenes de ruficollis, en su muda postjuvenil no recambian por lo general ni rémiges ni rectrices, aunque algunos pueden mudar alguna secundaria interna. Aquí el ave en cuestión ha perdido algo más que algunas secundarias, de forma que esto nos lleva a pensar que este ave más que haberlas mudado ha debido ser disparada ó atacada por otro ave, que no dejan mordeduras sobre los cañones como sí lo hacen los mamíferos. Los cañones de las plumas de Ramón están intactos. Las plumas 3 y 4 son rectrices, la nº 3 es la r5 (la más externa) de la mitad derecha de la cola (hemicola derecha). Fijaos en la punta de coloración pálida de la pluma. La pluma nº 4 es la r2 ó r3 de la mitad izquierda de la cola. El diseño de su parte más distal es más vermiculado y abigarrado. Otro rasgo interesante para remarcar el datado de juvenil es la estrechez o delgadez de todas estas plumas. Esto además se reafirma con la pluma nº 6, una secundaria del ala izquierda también con el extremo muy apuntado. Las plumas de los adultos tienen las puntas más romas. La pluma nº 5 es otra secundaria, pero en este caso del ala derecha.
¡Alguien da mas!.


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