Buitre negro (Aegypius monachus) Foto de Esteban Duran
Esta mañana nos hemos reunido a las ocho y media en El Pardo Luis Cabrejas, Javier Ortega, Esteban Durán, Nacho Velázquez, Nathan Socorro, Gonzalo Núñez-Lagos y Carlos Sánchez para observar aves y lo que se terciara. A decir verdad el balance lo podemos considerar satisfactorio teniendo en cuenta la época del año. La lista de especies detectadas (espero que complementéis esta sucinta crónica) han sido: jilguero, verderón, verdecillo, ruiseñor bastardo, cernícalo vulgar, buitres leonado y negro, agateador común, urraca, golondrinas común y dáurica, avión común, estornino negro, grajilla, polla de agua, palomas bravía y torcaz, mirlo común, pinzón vulgar, carbonero común, curruca capirotada, ánade azulón, alcaudón común, papamoscas cerrojillo, mito, ratonero común, gaviota sombría, tarro canelo, vencejo (común, según Javier Ortega), cigüeña negra, garceta común, abubilla, abejaruco, águila imperial, herrerillo capuchino, gorriones común y molinero, cotorra argentina, pico picapinos y rabilargo. Otras especies que creo que alguien más ha visto pero yo no han sido el somormujo lavanco, el carricero común, tal vez el águila calzada, el herrerillo común, el mosquitero musical y la oropéndola. De pelo gamo y jabalí.
Águila imperial (Aquila adalberti) Foto de Esteban Duran
Otras cosillas interesantes que vimos fueron un grupillo de ciervas con algún cervato, y un par de escarabajos peloteros con sendas pelotas de boñiga de caballo, preparados los bichos (o preparadas, porque creo que son las hembras las que hacen la bola) para dejar una puesta dentro de tan "acojedora cuna". La dáurica la vimos con una mariposa capturada en el pico, que tuvo ocasión de escapar de semejante muerte, pero, cual hombre, tropezó dos veces sobre la misma piedra; piedra que la llevó directamente al buche de la golondrina.
Especialmente significar el avistamiento de la cigüeña negra, primero en el embalse vadeando en la orilla y luego en vuelo sobre nuestras cabezas; así como las excelentes vistas regaladas por un adulto de águila imperial voceando.
Cigueña negra (Ciconia nigra) Foto de Luis
Yo no terminé mi día pajaril con las cervecitas. Lo mío es ya algo un poco enfermizo, pero, bendita enfermedad!! Me subí al miradero del restaurante del Faro. Estuve por allí un rato, y para mi sorpresa, los carboneros, mitos, herrerillos y compañía seguían bastante activos por entre las encinas. Tanto es así que dejé un poco de lado a mis añoradas rapaces, y me lie a ver avecillas durante un buen rato. Salieron, como especies nuevas en el día, la totovía (un grupete majo, con unos diez individuos); una curruca carrasqueña, que cazó y dio buena cuenta de una procesionaria (no la oruga sino la mariposa adulta) que debió encontrar un poco despistadilla, dados los hábitos nocturnos del insecto; un mosquitero papialbo; por lo menos un mosquitero, a mi parecer, musical, con todo el pecho y vientre blancos, pero con una ceja muy marcada, unas patitas rosadas paduscas, y un dorso y alas más bien pardos grisáceos sin rastros verde-amarillentos (tan típicos éstos del papialbo); escuché un par de mochuelos comunes maullando, que me hicieron centrar de nuevo mi atención al cielo, en busca de rapaces volando bajo (cuando los azores anidaban en el pinar, azor que pasaba por los chaparros de los estrígidos, azor que era recibido a grito limpio, sin importar la hora, por los mochuelos); posteriormente vi salir de su posadero diurno a un mochuelillo, que se adentró al encinar cerrado para proseguir con sus quehaceres. Por último, me despidió el picamaderos real (para evitar cachondeitos...) con su relincho; "hasta luego amigo" le podía haber respuesto. De rapaces, pude observar al macho de cernícalo vulgar volando por el retamar (me preocupa el no ver a la hembra, que últimamente no se asoma). También acudieron a la cita una parejita de culebreras, y se me olvidaba; dos calzadas; una más o menos lejillos (como la posible que vimos por la mañana), y otra incuestionable de morfo claro.
Finalizamos la jornada matinal a la sombra de unos árboles en Mingorrubio tomándonos unas cervezas frías gracias a la siempre generosidad y gentileza de Luis. Aquí, entre chascarrillos y chanzas, disponemos la organización de una próxima excursión a La Mancha húmeda ahora que está en marcha la migración activa de limícolas y otras acuáticas.
Carlos Sanchez y Nathan