El pasado 22 de mayo, un grupo de
catorce valientes en el marco de un día fresco y ventoso, realizamos dentro de
las actividades del grupo SEO SIERRA DE GUADARRAMA, una salida abierta para ver
aves de media montaña alrededor del pueblo de Robledondo, dentro del término
municipal de Santa María de la Alameda.
Se quedó a las 8:45h en el bar Avenida
de la localidad, y desde allí atravesando el casco urbano, y por el camino que
va remontando junto al cementerio, comenzamos a ascender entre los florecidos espinos
majuelos, rosales silvestres y algunos piornos serranos.
Ya desde el inicio pequeñas aves como estorninos negros, urracas, carboneros comunes, gorriones comunes, o verdecillos, amenizaban nuestro caminar. Nada más salir del entramado urbano, algunas aves más campestres se empezaron tanto a mostrar, como a deleitarnos con sus cantos. Así, primero ruiseñores y mirlos, luego varias collalbas rubias, cucos cantando, pinzones comunes, y totovías, hacían que el tendido ascenso apenas se notara.
Collalba rubia |
Al arribar finalmente a los grandes piornales con roquedos, que se encontraban en plena floración, buitres leonados, tarabillas comunes, currucas tomilleras, y un nutrido bando de chovas piquirrojas, ejercían de freno al grupo. Continuas paradas nos deleitaban con observaciones cercanas de la avifauna de montaña.
Tarabilla común |
Poco después empezaron las collalbas
grises, que junto a alondras comunes, pardillos, cuervos, y gorriones
chillones, acompañaban el camino para llegar a la primera zona tendida, y
teniendo delante tanto el valle del Hornillo como el boscoso Pinarejo.
Collalba gris |
Por fin, llegamos a la zona más elevada,
cerca del nacimiento del arroyo de Majadahonda, parando a descansar en uno los
bonitos pilones, que han sido recientemente restaurados para permitir tanto el
abrevado del ganado como la entrada y salida de herpetos al aguazal. Justo en
la zona, dos estupendos sapos corredores, un ejemplar de lagartija lusitana y
la increíble cifra de 7 lagartos ocelados, con dos de buen tamaño, nos dieron
las alegrías herpetológicas de la jornada.
Cogujada montesina |
La bajada, más abrupta, nos entregó más de las aves ya vistas y por supuesto nuevas: jilguero, chochín, corneja, golondrina común, cogujada montesina, etc… A eso de las 13:15, volvíamos a Robledondo tras una estupenda jornada. Con esa buena cosecha, y una maravillosa compañía, nos despedimos tomando una cervecita, y pensando ya en la próxima salida.