Por su interés publicamos íntegramente la noticia aparecida en el Diario Publico ayer dia 30.
El fraude del citado centro es sólo una de las "patas" de una extensa red dedicada al expolio y tráfico de aves rapaces protegidas que acaba de desarticular la Unidad Central Operativa Medioambiental (UCOMA) del SEPRONA en 9 provincias españolas, y que se ha saldado con la detención de 16 personas, entre ellas 3 de los 4 trabajadores del centro sevillano, incluyendo a su director.
Según ha explicado a Efe el capitán del SEPRONA José Manuel Vivas, los implicados "robaban huevos y pollos de águila imperial del medio natural y los llevaban al centro de Sevilla, donde los presentaban como nacidos en el medio natural para seguir cobrando las subvenciones" de la administración andaluza, que podrían rondar el millón de euros anuales por diferentes conceptos desde 2002.
De este modo, los detenidos "presentaban datos de un proyecto científico de éxito, pero en realidad todo era una estafa en tanto que los huevos eran extraídos del medio natural", ha apuntado Vivas, quien considera que la Junta de Andalucía ha sido "víctima" en este caso, en tanto que la empresa subcontratada para gestionar el centro "usaba sus subvenciones para otros fines".
Vivas ha insistido, además, en que el Gobierno andaluz "ha colaborado en todo momento con la investigación", que comenzó el pasado mes de enero, después de que la Guardia Civil recibiera varias denuncias del expolio de huevos y pollos de rapaces protegidas en la provincia de Ciudad Real, y que aún sigue abierta.
El trabajo del centro era tan "poco científico" que los agentes han encontrado hasta un pollo de águila real que había sido expoliado de un nido pensando que era de imperial.
No obstante, la trama no acaba en el centro de San Jerónimo (Sevilla), cuyos trabajadores formaban parte de una red que podría estar integrada por más de 150 personas dedicadas a expoliar nidos y a falsificar documentación y anillas, como parte de un negocio ilegal de compraventa de rapaces.
Entre las especies afectadas había halcones peregrinos, cernícalos, azores, autillos, gavilanes y, sobre todo, la más majestuosa y amenazada de las rapaces, el águila imperial.
Los precios de compra de los pollos podrían estar entre los 1.000 y 3.000 euros, aunque, según han podido comprobar los agentes en transferencias bancarias, se han efectuado ventas de ejemplares a coleccionistas por valores muy superiores, como 6.000 o 18.000 euros.
Los agentes estiman que el valor económico del negocio de la red podría cifrarse entre los 200.000 y 400.000 euros anuales.
Los miembros de la red, asentados en Ciudad Real, Sevilla, Málaga, Córdoba, Jaén, Murcia, Vizcaya, Pontevedra y Oviedo tenían diferentes grados de implicación, de modo que algunos se dedicaban al expolio directo de nidos, otros elaboraban documentos y anillas falsas para amparar los ejemplares y alteraban o cambiaban las anillas.
Como prueba física de estas irregularidades, se han registrado diversos domicilios y locales, y en sólo uno de ellos, en Murcia, se han encontrado incubadoras de rapaces, material de inseminación, una bolsa con material de escalada, 500 documentos CITES, más de 1.500 anillas de diferentes tamaños, numeradas y sin numerar y 14.000 euros, entre otras cosas.
Además, se han incautado de 101 rapaces vivas y 11 muertas congeladas, que al parecer tenían en "reserva" para cuando "les interesara decir legalmente que una rapaz había muerto".
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• El expolio de huevos y pollos sigue siendo una de las principales amenazas de las aves rapaces
• Los delincuentes implicados en estos expolios deben ser castigados con contundencia
SEO/BirdLife, WWF y Ecologistas en Acción felicitan al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, SEPRONA, por la importante operación en la que se ha desmantelado, en principio, la trama más grande de expolio de nidos de aves rapaces hasta la fecha. Esta operación no ha hecho más que descubrir la punta del iceberg de una actividad delictiva que lamentablemente, hoy en día, sigue siendo muy habitual y representa un grave riesgo para la conservación de estas aves, muchas de ellas amenazadas. La actuación también demuestra como el expolio y la venta de fauna silvestre no son hechos aislados y que las personas que lo hacen operan dentro de auténticas redes delictivas.
Las tres organizaciones consideran adecuada las declaraciones realizadas por la Junta de Andalucía manifestando su voluntad de personarse en el caso tras conocer que alguno de los presuntos implicados trabajaba en proyectos de la Junta.
SEO/BirdLife, WWF y Ecologistas en Acción también se personarán en este caso como acusación popular para defender la conservación de las aves rapaces expoliadas. El expolio de nidos de aves rapaces y el tráfico con ellas o con sus restos, es un delito tipificado en el artículo 334 del código penal que puede implicar penas de prisión e inhabilitación especial para profesión u oficio.
Asunción Ruiz, Directora Ejecutiva de SEO/BirdLife declara “que hay que actuar con firmeza en todo el territorio persiguiendo los delitos ambientales y que este tipo de operaciones demuestran la necesidad de contar con un organismo como el SEPRONA para llevarlas a cabo y proteger así el patrimonio natural de todos los españoles”.
Theo Oberhuber, Coordinador de Campañas de Ecologistas en Acción afirma que “mientras siga existiendo demanda de rapaces para diferentes usos, seguirán realizándose expolios de pollos en nidos de rapaces y continuará el comercio ilegal de las mismas, con las graves consecuencias que ello supone”.
Por su parte, Luís Suárez Responsable de Especies de WWF manifiesta que“es imprescindible que las CCAA refuercen los controles para que se aplique la normativa vigente sobre cetrería y que las especies amenazadas en sus áreas naturales de distribución, o aquellas cuyo estatus poblacional no es suficientemente conocido, sean eliminadas de los listados de especies autorizadas para esta actividad”.
Las tres organizaciones ecologistas defienden que es importante que se aclaren las responsabilidades y que el peso de la justicia caiga con toda contundencia sobre quienes hayan incurrido en estos graves delitos contra la fauna.