
Hace unos días Belén y yo revisamos la caja de nocturnas que pusimos en el mes de abril en las dehesas del Escorial. Belén había visto merodear un autillo por los alrededores de la caja y decidimos revisarla. Nos llevamos una gran alegría al ver que en la caja había dos hermosos pollos de autillo, uno era un poco mas grande que el otro y los dos estaban en buenas condiciones.
Volvimos a colocar la caja en el roble y nos alejamos unos 150 metros para observar con el "tele" la caja nido y alrededores. No tardo Belén ni 5 minutos en localizar a uno de los progenitores en el roble mas cercano a la caja nido. Nos dimos un buen atracón de observar autillo, era tan mimético que parecía la continuación del roble. Pego una foto testimonial de uno de los culpables de la existencia de los dos hermosos pollos.


