Coordinador Ángel Pérez Menchero. email: seo-sierradeguadarrama@seo.org Secretario Benjamín Berdiales Fraga.

lunes, 15 de mayo de 2017

Día de las aves migratorias con el CEA La Pedriza

El pasado domingo 7 de mayo, a petición del CEA la Pedriza, colaboramos en una salida abierta para celebrar el día Mundial de las Aves Migratorias.


Finalmente fuimos 3 personas del grupo Local, Carlos López, Benjamín Berdiales y Raúl Meléndez. En total hubo, si no recuerdo mal, 15 inscritos más 3 integrantes del CEA.

La idea inicial era hacer una ruta de unas 3 horas (de 10 a 13h) que saliera desde Collado Mediano en ascensión a la zona del Cerro del Telégrafo (Cabeza Mediana), ladera opuesta a la ladera de Matarrubia de Moralzarzal, que conocíamos mucho mejor.



Aunque la ruta tenía intención de girar en torno a las aves migratorias, la zona no era muy apropiada para ello, pero temíamos que iba a ser un buen filón de rapaces de muchas especies, sobre todo en la zona cercana a la cumbre del Collado. Ahora entenderéis por qué.



Inicialmente dimos una pequeña introducción de las aves que previsiblemente veríamos en la excursión, así como los aspectos más relevantes de la migración. Los integrantes del CEA entregaron algunas guías y prismáticos y sin mucho tardar iniciamos la excursión.



Se trata de una zona bastante seca, donde predomina el pinar de media montaña, con bastante afloramiento granítico y alguna pradería influida por ser una zona ganadera vacuna. Enebros, pequeñas encinas y abundante matorral mediterráneo terminaban de esculpir paisaje.



Pronto iniciamos la observación de los pequeños y medianos pájaros: Verdecillos, Pinzones, Curruca Cabecinegra, Zorzal Charlo, Alcaudón Común y Paloma Torcaz. Entre las rapaces, de inmediato, mucho Milano Real y varios buitres (negros y leonados) sobrevolando.


El siempre espectacular buitre negro
A continuación vendría lo realmente interesante: Rapaces por doquier. Plantamos telescopios en zona ganadera con vistas a pinar. En seguida, 2 ratoneros haciendo sus típicos círculos aprovechando térmicas, Milano Real entrando al nido en un alto y verde fresno en el vallado de la propia finca. Varias águilas calzadas, incluso alguna con su bonita fase oscura también se entretenían con vuelos nupciales. Con los prismáticos, entre ratoneros, calzadas y milanos pude diferenciar a una rapaz, que a primera vista, aparentaba ser mucho más grande.

Con el telescopio ya en mano confirmaba la silueta de una preciosa Águila Culebrera, quien portaba en el pico, una culebra mediana. Haciéndole seguimiento pudimos observar que se posó en un pequeño pino. Uno por uno, los asistentes a la excursión alucinaron con la belleza de la rapaz. De pronto, nos dimos cuenta que en una de las ramas del mismo pino, estaba su pareja, y de repente vimos algo espectacular: El macho hace entrega de la culebra a la hembra. Bonito y jugoso regalo para las tardías nupcias de esta especie.
A continuación, un bonito macho de azor solo divisado por unos pocos se mete como una flecha en el propio pinar.

Continuamos el camino con tan entrañable imagen aún en nuestras retinas con muchos comentarios al respecto y el alucine de los asistentes. Más pequeños pájaros que no habíamos visto antes: incluida una curruca carrasqueña y varios rabilargos. También reclamaban, sin llegar a verlos, Mosquitero Papialbo y Reyezuelos.



Subimos una Buena rampa hasta coronar la primera de las laderas y que serviría de un primer mirador. Zona muy querenciada por nuestra Hermosa Águila Imperial. Efectivamente, volando entre más Buitres, más calzadas, y más milanos, una gran silueta oscura, que a vista de prismáticos y telescopios dejaba ver sus representativos hombros blancos. Preciosa. Nos deleitó planeando en las Corrientes térmicas unos 5 minutos hasta que la perdimos de vista.



La siguiente, obligada parada y zona para terminar la ruta era una zona rocosa, conformada por varios bolones graníticos y que servía de un segundo mirador. Zona ya muy conocida por nosotros y que da vistas a prácticamente toda la sierra del Guadarrama. No solo a nivel paisaje, sino por ser división de varias laderas colindantes y lugar de paso y caza de muchas de las rapaces.

Vista hacia la Sierra de Hoyo

Cerro de Cabeza Mediana

Vistas de Collado Villalba

Sabíamos, además, que era posadero de Búho Real y aprovechamos para enseñar a los asistentes algunas egagrópilas de éste. Incluso disgregamos alguna de ellas, donde se pudieron observar los huesos y restos de su principal presa: el conejo. Hubo pocas egagrópilas para repartir, pero el CEA se llevó alguna para algún taller posterior. También pudimos ver restos de plumón en sus posaderos habituales. 




Disfrutando de las vistas

En esta zona estuvimos una hora. La gente alucinó con la exagerada cantidad de rapaces que sobrevolaron nuestras propias cabezas: más milanos, más calzadas, más buitre negro y leonado, y un nuevo invitado: un precioso abejero europeo que fue el punto "exótico" y buena cita de rapaz migratoria.
Carroñada cerca, pudimos ver bastantes cornejas, urracas y milanos, querenciados al valle de la ladera. Lo confirmamos en seguida con el picado vertical de multitud de buitres hacia la misma zona. Otra imagen preciosa que muchas veces ocurre en nuestros montes.

La gente especialmente alucinó con varias peleas y vuelos nupciales de milanos reales y negros. Todo visto como en el cine. Sentados en un alto y con unas vistas impresionantes.

Milano real

También, un águila imperial con un conejo en sus garras era perseguida encima de nuestras propias cabezas por una pareja de cuervos, incesantes éstos en su intento por que soltara la presa. Son habituales cleptoparásitos de las rapaces, sin muchas veces pensar que ellos mismos pueden servir de almuerzo a alguna de ellas. 



Abrumados ante tanto rapacerío, dimos por concluida la salida. La bajada fue más relajante pues sirvió para comentar, entre disfrute de los asistentes, todo lo que habíamos visto. Al llegar de Nuevo al punto de partida, pudimos saber por los comentarios que se hicieron que la gente quedó encantada, incluidos los integrantes del CEA.

Sin más, nos despedíamos hasta una nueva jornada, donde seguramente el CEA nos pedirá colaboración. Nosotros, como siempre, encantados ante la implicación y los agradecimientos de los asistentes.

Crónica por Raúl Meléndez.

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